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La segunda Ruina comenzó en las Anderfels con la corrupción de Zazikel, el viejo dios de la Libertad o el dragón del Caos, en el 1:05 de la Divina y duró 90 años.


Historia[]

Comienzo de la Ruina[]

Los engendros tenebrosos, liderados por Zazikel, salieron de las montañas del sur de las Anderfels. Estaban mejor preparados para combatir a los guardas grises que en la anterior Ruina, por lo que los primeros ataques a la superficie resultaron en la completa destrucción de Nordbotten—justo donde los guardas grises aparecieron por primera vez en el campo de batalla durante la primera Ruina—y de Hossberg antes de que pudieran organizar la defensiva. Los defensores fueron masacrados casi por completo antes de que los guardas pudieran dar la voz de alarma.

Al igual que en la primera Ruina, el Imperio tuvo que abandonar una vez más muchos de sus territorios para defenderse a sí mismo. Las Anderfels fueron unos de los primeros territorios que abandonó el Imperio. Sin ejército ni números significativos que pudieran hacerles frente, los engendros tenebrosos avanzaron hacia el este hasta invadir todo el continente.


La batalla de Cumberland[]

Al saber de la Ruina, el emperador orlesiano Drakon se alistó para ayudar a los magos y les permitió emplear todo su poder contra los engendros tenebrosos. Esto supuso la firma del Acuerdo Nevarro con la Inquisición en el 1:20 y a la creación del Círculo de Magos, la Orden templaria y los Buscadores de la Verdad.

Los magos demostraron ser aliados esenciales en combate y el ejército orlesiano, bajo las órdenes de Drakon, consiguieron importantes victorias contra la horda. Esto permitió a los orlesianos salvar las ciudades-estado independientes de las Marcas Libres de los engendros tenebrosos. En el 1:16, el ejército de Drakon unió fuerzas con los guardas grises de Nevarra y vencieron en la reñida batalla de Cumberland. Aunque la Ruina solo había comenzado, esta victoria libró a la mayor parte de las Marcas Libres de la destrucción total.

Los ejércitos de Drakon permanecieron al frente en todas las batallas contra los engendros tenebrosos. Siempre llevaban con ellos el Cantar de la Luz y levantaban capillas a su paso.

Durante todo este tiempo, los elfos de los Valles permanecieron neutrales y no prestaron ayuda. Las tensiones entre humanos y elfos aumentaron cuando los engendros casi destruyen la ciudad orlesiana de Montsimmard en el 1:25 mientras el ejército élfico observaba de cerca.


Esta sección contiene spoilers de::
Dragon Age: Inquisition.


En realidad, los elfos opinaban que el imperio de Drakon no era mejor que el de Tevinter y les alegró ver a los engendros tenebrosos destruirlo. Ameridan, el último Inquisidor de la primera Inquisición, un mago elfo y buen amigo de Drakon, no pensaba lo mismo, ya que sabía que la Ruina destruiría todo lo que su pueblo había conseguido. Hubiese unido a los elfos contra la Ruina si Drakon no lo hubiera enviado a una misión para detener a una secta avvarita llamada las Fauces de Hakkon, que había despertado al dios que adoraban en la forma de un dragón con el que planeaban atacar Orlais. Al descubrir que el espíritu que los sectarios pretendían atar al dragón lo haría tan poderoso como Dumat y sabiendo que Orlais no sobreviviría a una invasión combinada de los avvaritas y los engendros tenebrosos, ambos liderados por un dragón poseído de poder inimaginable, Ameridan se encerró a sí mismo y al dragón en un campo temporal mágico. Como Drakon estaba demasiado ocupado combatiendo la Ruina, no pudo enviar un rescate y, por lo tanto, los elfos permanecieron neutrales durante la Ruina.


En el 1:31, los engendros tenebrosos alcanzaron Minrathous, la capital de Tevinter. Aunque no consiguieron saquear la ciudad, la cantidad de recursos que se necesitaron para evitar que la ciudad fuese invadida debilitó consideradamente al Imperio.


El asedio de Weisshaupt[]

En el 1:33, los engendros tenebrosos asediaron la fortaleza de Weisshaupt, llevando la lucha directamente a los guardas grises. Los guardas grises resistieron, pero sin suministros suficientes y con la horda de engendros en sus puertas, solo sería cuestión de tiempo que sucumbieran al hambre o al cansancio.

Los ejércitos orlesianos marchaban hacia el norte, ya que Drakon quería conquistar Tevinter, ahora debilitado, pero, entonces, el emperador decidió en cambio ayudar a los guardas grises. El ejército orlesiano acabó con el asedio de Weisshaupt justo a tiempo. Los guardas estaban tan impresionados con Drakon que se convirtieron a la Capilla casi al instante. Las fuerzas unidas avanzaron hacia el norte para salvar lo que quedaba de las Anderfels.

En el 1:45, el emperador Drakon murió debido a su avanzada edad y fue sucedido por su hijo Kordillus II. A diferencia de su padre, Kordillus II hizo poco para asegurar sus posiciones durante la Ruina y, para cuando esta acabó, aldeas enteras habían sido destruidas. Tampoco poseía los conocimientos políticos de su padre y, en el 1:65, las Anderfels declararon su independecia.


La unificación de los alamarri[]

En el 1:40, el guerrero alamarri Hafter unió a las tribus del valle de Ferelden contra los engendros tenebrosos. Derrotó primero a los engendros y, en el 1:50, a las fuerzas combinadas de los chasind y los avvaritas, que querían emplear la Ruina a su favor. Hafter fue nombrado primer teyrn de los alamarri.


Las batallas del Acceso Occidental[]

El Acceso Occidental fue el escenario de varias grandes batallas durante la segunda Ruina y los guardas grises levantaron muchas fortalezas en la zona para combatir a los engendros tenebrosos. Las hordas salieron de una gran sima, llamada Sima Abisal. La Fortaleza Diamantina, construida por los enanos y empleada como puesto de avanzada de los guardas, se convirtió en un símbolo de la valentía y talento de los guardas grises.


La batalla de Refugio Celeste[]

En el 1:95, se luchó en Refugio Celeste la última batalla de la segunda Ruina con un ejército humano liderado por los guardas. Los guardas habían ideado una trampa para Zazikel en Refugio Celeste, pero descubrieron que el archidemonio ya estaba al tanto de esto y se vieron rodeados por los engendros tenebrosos. Ambos bandos sufrieron numerosas pérdidas, pero Zazikel fue derrotado finalmente por el guarda Corin. Su amante maga y compañera guarda, Neriah, se sacrificó empleando su propio cuerpo para proteger a Corin del ataque de un emisario. Neriah murió en el acto, pero le permitió a Corin abrirse paso entre los engendros tenebrosos y hundir su espada en el archidemonio, acabando con la vida de este y a la suya propia y poniendo fin así a la segunda Ruina.


Resultado[]

Con la derrota del archidemonio, los engendros se retiraron bajo tierra. Los tiempos posteriores se conocieron como la Reconstrucción. El comercio, la cultura y la religión florecieron y se declaró la Era Gloriosa. Se predijo un gran renacer del mundo. Muchos creyeron que la segunda Ruina sería la última.

Aunque la recientemente fundada Capilla fue eclipsada por la Ruina, continuó expandiéndose rápidamente durante los siguientes cien años. A pesar de la gloriosa victoria orlesiana en numerosas batallas, el Imperio orlesiano comenzó su lento declive. Las Anderfels permanecieron independientes.

Desde la segunda Ruina, el Acceso Occidental permanece corrompido sin lugar a recuperación y el Velo es extremadamente fino en la región.


Participantes conocidos[]

  • Corin, guarda gris
  • Neriah, guarda gris
  • Hafter, primer teyrn de los alamarri
  • Galineus, señor y general de Tevinter


Notas[]

  • Las fuentes difieren en qué cuidad saquearon los engendros tenebrosos en su primer ataque. El Mundo de Thedas sostiene que fue Hossberg, mientras que Traveller’s Guide y Dragon Age (RPG de mesa) mencionan que fue Nordbotten.


Ver también[]

Entrada del códice: La historia de Iloren

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