Dragon Age Wiki
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"Reza para que lo consiga, porque he visto el trono de los dioses y estaba vacío.”"


Corifeus es un antiguo engendro tenebroso que los guardas grises encerraron en las montañas Vimmark.  

Trasfondo[]

Corifeus fue una vez un maese llamado Sethius Amladaris, sumo sacerdote de Dumat y uno de los siete sacerdotes de los viejos dioses en el Magisterio. La casa Amladaris se consideraba mediocre, y Sethius creía firmemente que merecía más. Según uno de sus esclavos, cuyas palabras se preservaron en el Velo, Sethius nunca fue un hombre cruel, pero el debilitamiento de los templos y la pérdida de sus seguidores lo atemorizó. Junto a los otros seis sacerdotes, buscó la forma de devolver al pueblo de Tevinter las tradiciones de los viejos dioses.   Por este motivo, cuando Dumat comenzó a susurrarle en sueños a Sethius, prometiendo concederle la divinidad si entraba en el Velo y reclamaba la Ciudad Dorada, este aceptó. Incapaz de conseguir esta hazaña por sí mismo, acudió a los otros seis sacerdotes. Sin embargo, dado que solo uno de ellos alcanzaría la divinidad, conspiraron entre ellos por el poder, ocultaron sus identidades y asumieron otros nombres para protegerse. Sethius tomó el nombre de Corifeus, el Conductor, y unió fuerzas con los otros maeses para realizar la mayor hazaña mágica de la historia de la humanidad.   Los maeses consiguieron entrar físicamente en el Velo en el año -395 de la Antigua; el hechizo requirió dos tercios del lirio del Imperio de Tevinter y la sangre de cientos de esclavos, presuntamente elfos, ya que Corifeus creía que los antiguos elfos estaban vinculados al Velo.   Según la historia de la Capilla, cuando los maeses entraron en la Ciudad Dorada, el orgullo y el deseo la corrompieron, volviéndola negra. El Hacedor, desde su trono en la Ciudad Dorada, los desterró y abandonó a sus hijos. Sin embargo, según Corifeus, la Ciudad Dorada ya era negra cuando la alcanzaron y el trono estaba vacío.  


Tras su caída en el –395 de la Antigua, Corifeus permaneció en estado latente hasta que despertó tras la primera Ruina en el año -191 de la Antigua. Los guardas grises descubrieron que algunos engendros tenebrosos eran capaces de hablar, razonar y comandar hordas incluso en ausencia del archidemonio. La guarda gris Sashamiri, a las órdenes del guarda comandante Farele, tendió una trampa a Corifeus, el más poderoso de estas criaturas, en las montañas Vimmark. En el –189 de la Antigua, Sashamiri encerró a Corifeus en una torre de los Caminos de las Profundidades. Para ello, empleó la sangre de Dumat, cuyos restos se habían preservado en la fortaleza de Weisshaupt. Y para asegurarse de que nadie descubriera el secreto del hechizo que empleó para encerrar a Corifeus, destruyó los restos de Dumat.   Los guardas esperaron poder usar a Corifeus como arma contra los engendros tenebrosos, pero todos los intentos fueron inútiles, ya que todo guarda en las proximidades era misteriosamente seducido por su influencia y cuando se alejaban de la zona no recordaban nada de lo sucedido. Esto parecía ser un tipo de llamada a todo aquel que portase la infección de los engendros tenebrosos, similar a la que emiten los viejos dioses, que atrae a los engendros y a los guardas por igual a la prisión. Cuando quedó claro que ningún guarda podía estar en su presencia sin corromperse (haciendo imposible controlarlo o matarlo), el guarda comandante Daneken selló la prisión para contener a Corifeus indefinidamente.  


Durante los primeros años de la Era del Dragón, los sellos que mantenían encerrado a Corifeus comenzaron a debilitarse. Dado que ningún guarda podía acercarse de forma segura a la prisión, el guarda comandante Larius acudió a un apóstata fereldeno llamado Malcolm Hawke y le obligó a emplear magia de sangre para fortalecer los sellos de la prisión.  

El destierro de la Ciudad Dorada no mermó su orgullo. Corifeus posee toda la soberbia de los antiguos maeses de Tevinter y menosprecia a todo ser, incluyendo a otros magos. Para él, todos los elfos son considerados rattus lloricas, los Qunari son aberraciones, los otros magos son débiles e incompetentes, etc.  

Participación[]

Dragon Age II[]

Corifeus aparece en la misión El Legado

Después de que el guarda comandante Larius acudiera a su llamada, una de sus guardas veteranas, Janeka, llega a la conclusión de que Corifeus es la clave para acabar con las Ruinas y concibe un plan para liberarlo de su prisión. Obliga a una facción del cartel a beber sangre de engendro tenebroso, transmitiéndoles la infección y atándolos así a Corifeus. Después, los utiliza para atraer a Hawke hasta la prisión, ya que solo la sangre de un hijo de Malcolm Hawke podría romper los sellos que él mismo colocó.   Hawke, atrapado en la prisión, se ve obligado a romper los sellos para escapar. Cuando avanza por la prisión, se encuentra con Larius, que le advierte sobre Corifeus e intenta convencer a Hawke para que lo mate. Más tarde, Hawke encuentra a Janeka y su grupo de guardas, y debe decidir si ayudar a esta o a Larius. Larius quiere ver a Corifeus muerto, mientras que Janeka piensa que puede atar a Corifeus con éxito a su voluntad.  

Finalmente, el último sello se rompe y Corifeus es liberado. Está confuso y exige que todos los presentes le muestren el debido respeto, dado su estatus de maese. Comienza a divagar y revela que es uno de los maeses que entraron en la Ciudad Dorada y que regresó como uno de los primeros engendros tenebrosos.   Independientemente de las intenciones de Hawke, Corifeus piensa que este intenta impedir su escape y le ataca. Tras un agotador combate, Corifeus es derrotado. Sin embargo, cuando Hawke da el golpe final, Corifeus mira a Larius o Janeka (dependiendo de a quien Hawke haya decidido ayudar) y sonríe ligeramente. Cuando Corifeus muere, el/la guarda se estremece antes de derrumbarse.   El/la guarda superviviente agradece a Hawke por liberarle del control de Corifeus y se va para informar a los guardas grises de lo ocurrido. 

Cuando Varric le describe este encuentro con Corifeus a Cassandra Pentaghast, esta menciona que los guardas grises que conoció en las ruinas de la prisión no le dijeron nada sobre Larius/Janeka, sugiriendo que el/la guarda superviviente nunca regresó a la Orden.  


Dragon Age: Inquisition[]

Un hecho desconocido para Hawke y para los guardas grises es que Corifeus posee la misma habilidad que los archidemonios. Puede transferir su esencia mediante la infección de los engendros tenebrosos, permitiéndole abandonar así la prisión de los guardas grises en el cuerpo de Larius o Janeka tras su “muerte”. Liberado de su prisión, la mente de Corifeus se recupera y puede volver a pensar con claridad. Dada su experiencia en la Ciudad Negra, Corifeus llega a creer que los viejos dioses como el Hacedor son una mentira y decide erradicar por completo la devoción de la gente a estos dioses. Su plan para conseguirlo es regresar a la Ciudad Negra y devolver el Imperio de Tevinter a su antigua gloria, creando así un dios verdadero capaz de intervenir en los asuntos de los mortales.  

Corifeus se hace pasar por un tiempo por un guarda gris mago corriente, con el que Bianca Davri contacta, sin saber que se trata de Corifeus, para pedirle ayuda con la investigación del lirio rojo que Varric encontró en el Thaig primigenio. Al descubrir que el lirio rojo es en realidad lirio que contiene sangre de engendro tenebroso, Corifeus lo utiliza como arma, empleándolo sobre sí mismo para aumentar aún más su poder.  

Corifeus idea un plan para entrar de nuevo en el Velo físicamente y restaurar Tevinter, que consiste en tomar el control o inhabilitar las facciones más poderosas de Thedas. Corifeus es capaz incluso de persuadir a algunos de los demonios más poderosos del Velo para que se unan a él, como es el caso de la Pesadilla, un demonio del miedo increíblemente poderoso que se había alimentado del miedo que habían provocado las acciones de Corifeus cuando desató las Ruinas. La Pesadilla crea una falsa llamada para engañar a los guardas grises de Orlais, liderados por la guarda comandante Clarel de Chanson, y hacerles creer que estaban muriendo. Esta creencia significaría la muerte de toda la orden y la inevitable destrucción de Thedas durante la sexta Ruina, por lo que los guardas caen en la desesperación. Son engañados por el maese Livius Erimond (uno de los subordinados de Corifeus) y realizan un ritual de magia de sangre que les permitiría someter a los demonios bajo su control, creando así un ejército para invadir los caminos de las profundidades y acabar con los viejos dioses restantes antes de que se transformaran en archidemonios, poniendo fin a las Ruinas. Sin embargo, el ritual sometía por completo a los guardas a la voluntad de Corifeus, concediéndole un poderoso ejército de demonios y magos.  

DAI Corypheus Full

Corifeus empoderado con lirio rojo

Corifeus crea también los Venatori, una secta supremacista nacionalista de Tevinter que cree que Corifeus les permitirá gobernar Thedas como dioses reyes en su lugar una vez haya regresado a la Ciudad Negra. Corifeus envía a un maese Venatori, Gereon Alexius, a Risco Rojo para persuadir a los magos rebeldes de que le sirvan a cambio de una futura nacionalidad tevinterana, que les permitiría escapar de la orden templaria y establecerse en el norte. Aunque en realidad los magos sureños solo servirían para aumentar el número de Venatori y como carne de cañón en futuras batallas.  

Corifeus planea someter también a la orden templaria. Ahora desvinculados de la Capilla, que controlaba el comercio de lirio con Orzammar, los templarios comienzan a buscar suministros. Utilizando a Samson como infiltrador, Corifeus introduce gradualmente el lirio rojo en los templarios, convenciéndoles de que era superior al lirio normal. Dado que el lirio rojo lleva la infección de los engendros tenebrosos a través de la que Corifeus podía transmitir su voluntad, este le concedería el control absoluto de los templarios que lo usaran. Corifeus le ordenó a un demonio de la envidia que reemplazara al Lord Buscador Lucius Corin y comenzara a corromper a los templarios con lirio rojo, transformándolos en templarios rojos. Corifeus también utiliza el lirio rojo para transformar un dragón celestial en una imitación de un archidemonio, un dragón de lirio rojo que sería tanto un símbolo de su poder como un arma formidable en el campo de batalla.  

Al cabo de un tiempo, a Corifeus se le presenta la ocasión de hacerse con un artefacto élfico de un poder sin precedentes llamado Orbe de la Destrucción. Unos agentes de Fen’Harel permitieron que los Venatori lo encontrasen y se lo entregaran a Corifeus para liberar su verdadero poder. Fen’Harel estaba demasiado débil al despertar de su largo sueño como para hacerlo él mismo, por lo que al saber que el Antiguo pensaba utilizar el artefacto antiguo para llevar a cabo su plan, lo manipuló para que lo usara y muriese en la gran explosión que provocaría. Cuando Corifeus se hizo con el orbe ordenó a sus seguidores que se refirieran a él con su nombre divino: el Antiguo. 

Con su plan en marcha para someter a tres ejércitos bajo su control, Corifeus se infiltra en el Cónclave que celebraba la Capilla para negociar la paz entre los magos rebeldes y templarios en el templo de las Cenizas Sagradas. Con la ayuda de varios guardas grises magos bajo su control, Corifeus utiliza magia de sangre para sacrificar a la Divina Justinia V y activar el orbe, que le otorgaría el áncora que le permitiría entrar en el Velo. Sin embargo, el ritual es interrumpido por el/la futuro/a Inquisidor/a. Cuando el/la Inquisidor/a coge el orbe, el áncora se adhiere a su mano y el ritual fallido provoca la Brecha. Corifeus consigue sobrevivir a la creación de la Brecha y escapa sin ser visto por las facciones presentes. 

El Inquisidor recluta a los magos: Después de que la Inquisición reformada negocie un acuerdo con los magos pidiéndoles su ayuda para cerrar la Brecha, el Heraldo de Andraste consigue cerrarla usando el áncora. Samson y los templarios rojos atacan su base en Refugio

El Inquisidor recluta a los templarios: Después de que la Inquisición reformada negocie un acuerdo con los templarios pidiéndoles su ayuda para cerrar la Brecha, el Heraldo de Andraste consigue cerrarla usando el áncora. Calpernia y los Venatori atacan su base en Refugio. 

Corifeus ataca Refugio con sus fuerzas y el dragón celestial corrompido por lirio rojo. Finalmente, consigue acorralar al/a la Heraldo e intenta recuperar el áncora, pero descubre que está ligado al/a la Heraldo permanentemente. Aunque furioso por este contratiempo, Corifeus decide comenzar de nuevo y acabar con el/la Heraldo para eliminar a un/a potencial rival; sin embargo, el/la Heraldo dispara la última catapulta y provoca una avalancha que entierra la aldea y hace huir a las fuerzas de Corifeus. 

Corifeus intenta entonces desestabilizar el imperio orlesiano para impedir cualquier resistencia en el sur de Thedas. Aprovechando la guerra civil por el trono, Corifeus persuade a la gran duquesa Florianne de Chalons para que se una a él, ofreciéndole la soberanía de Thedas a cambio de asesinar a la emperatriz Celene e incriminar al hermano de Florianne, el gran duque Gaspard de Chalons, eliminando así a ambos candidatos al trono y dejando a Orlais sin gobernante.  

Cuando la Inquisición desbarata los planes de los Venatori para crear un ejército de demonios y desestabilizar Orlais, Corifeus centra sus esfuerzos en encontrar artefactos élficos para conseguir su propósito. Intenta conseguir con magia lo que no pudo conseguir con su ejército. Finalmente, encuentra el Pozo de las Penas en el Templo de Mythal, en la Espesura Arbórea, y utiliza sus fuerzas restantes para irrumpir en el templo y reclamar el conocimiento antiguo que alberga. 

La Inquisición recluta a los templarios: Corifeus utiliza también el Templo de Dumat como base, donde recluye al maese Erasthenes para probar el hechizo de vinculación que piensa emplear sobre su recipiente para el Pozo de las Penas. La vinculación obliga al prisionero a responder cualquier pregunta, permitiendo a Corifeus acceder al conocimiento del pozo sin poner en riesgo su seguridad al exponerse a los efectos secundarios del pozo. 

Mientras tanto, la Inquisición reúne a todos sus aliados para atacar a las tropas de Corifeus en la Espesura Arbórea. Corifeus y su vanguardia llegan al templo primero, donde se enfrentan a los centinelas elfos que lo custodian. Corifeus consigue atravesar las barreras mágicas del templo destruyendo su forma física en el proceso. Los miembros de la Inquisición llegan justo a tiempo para ver cómo la esencia de Corifeus pasa de su cuerpo al de un guarda gris cercano, que se transforma inmediatamente en Corifeus. Este, al ver al Inquisidor, Morrigan y sus compañeros, convoca a su dragón de lirio rojo, pero sus enemigos consiguen cerrar las puertas del templo y sellarlas antes de que el dragón pueda alcanzarlos. Para cuando Corifeus consigue acceder al templo, sus rivales ya han usado el Pozo de las Penas, que es además la llave para el eluvian que se encuentra también allí. El/la Inquisidor/a y sus compañeros huyen a través del eluvian cuando Corifeus se dispone a atacarlos, pero la figura de una mujer resplandeciente emerge del pozo, cerrándole el paso antes de huir ella también por el espejo, que se hace añicos cuando Corifeus lo alcanza. 

Con su ejército derrotado y sus planes frustrados, Corifeus regresa al templo de las Cenizas Sagradas y vuelve a abrir la Brecha en un último intento de aplastar a sus enemigos. Corifeus se enfrenta a los soldados de la Inquisición y proclama que el Hacedor es una mentira y que él sería el nuevo dios. El/la Inquisidor/a y su círculo interno llegan con un pelotón de soldados para combatir a Corifeus, que alza partes del templo y de las montañas que lo rodean hacia la Brecha, formando una pequeña versión de la Ciudad Negra. El/la Inquisidor/a y tres de sus compañeros quedan atrapados y separados de sus aliados. Corifeus intenta aniquilarlos con su dragón de lirio rojo, pero, cuando este se dispone a atacar, otro dragón (el Guardián de Mythal si el Inquisidor bebió del pozo o bien Morrigan en forma de dragón si lo hizo ella) lo derriba. Corifeus se enzarza entonces con el/la Inquisidor/a en un último combate, desatando su magia potenciada con lirio rojo y convocando un grupo de sombras. 

Corypheus - Doom Upon All the World

Corifeus empleando el orbe durante la batalla final

A mitad del combate, Corifeus es herido y debe retirarse. Pero entonces su dragón consigue librarse de su oponente y se encara al/la Inquisidor/a, que finalmente lo derrota, impidiendo así que la esencia de Corifeus pueda pasar de un cuerpo a otro. Ahora vulnerable, Corifeus está dispuesto a destruir el mundo si no puede gobernarlo. Pero cuando el/la Inquisidor/a se acerca a la victoria, Corifeus se niega a aceptar la derrota después de todo lo que ha sufrido e implora la ayuda de los viejos dioses. Pero el Inquisidor le arrebata el orbe con el áncora y mata a Corifeus, cierra la Brecha y envía a Corifeus al Velo.  

Citas[]

  • “¿Es este un sueño del que me estoy despertando? ¿Estoy en tierras de los enanos? ¿Por qué sus caminos están tan vacíos?” 
  • “La luz. Buscábamos la luz dorada. Me ofreciste...el poder de los propios dioses.” 

  • “¡La ciudad! ¡Se suponía que era dorada! ¡Se suponía que sería nuestra!” 

  • “¡Si no puedo irme contigo, me iré a través de ti! ¡Buscaré la luz!” 

Notas[]

Antes de llegar al Pozo de las Penas, Corifeus no sabe nada de los otros seis maeses que entraron con él en la Ciudad Negra, solo sus nombres falsos, por lo que no pudo saber qué fue de ellos al despertar. 

Curiosidades[]

  • A Corifeus se le describe como implacable, ambicioso y extremadamente arrogante. Es la arrogancia personificada y cree que actúa de manera que los demás nunca entenderán. 
  • El escritor Patrick Weekes considera a Leliana el personaje que tiene más en común con Corifeus. Ambos son “fervientes devotos”. De hecho, Weekes se refiere a Corifeus como el “reflejo oscuro” de Leliana. 
  • Sethius tenía una esposa. Se desconoce si tenían hijos. 

Galería[]

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